Guión: John Arcudi.
Dibujo: Richard Corben.
Entintado: Richard Corben.
Color: John Pound y Stuart Hiner.
Entintado: Richard Corben.
Color: John Pound y Stuart Hiner.
Fecha de publicación: Abril 2003 (Original: Septiembre - Diciembre 1997).
Número de páginas: 1 prestigio de 62 páginas.
Número de páginas: 1 prestigio de 62 páginas.
Cronología: >2300.
Sinopsis: La ciudad de Emerson, situada en un planeta remoto, vive tiempos convulsos entre contaminación, ecologistas fanáticos y un xenomorfo que comienza a causar innumerables bajas.
Comentario personal: Siempre había pensado que el cómic es una modalidad artística donde lo visual tiene un impacto decisivo. Evidentemente el guión, el argumento, acaba siendo la parte más importante porque, por magníficas que sean unas ilustraciones, si no van acompañadas de una buena historia no son más que láminas para recrearse la vista. Cuando fui introduciéndome un poco más en este mundo constaté que para los grandes aficionados el dibujo era algo muy secundario. Prueba de ello es que en la autoría de muchos cómics siempre consta en primer lugar el escritor, a veces únicamente, del mismo modo que en el cine (en mi opinión, de forma errónea) suele mencionarse solamente al director. Pero hay ocasiones, y mucho me temo que Alchemy es una de ellas, en que resulta sencillamente imposible el tratar de desvincular el dibujo en beneficio de la trama. Y tal sucede que las ilustraciones de Richard Corben, al menos para este trabajo, son infames. No se me ocurre otra palabra.
Sí, toda la larga introducción para reconocer que soy incapaz de lanzar una mirada amable a un cómic completamente lastrado por unas ilustraciones inadecuadas, a medio camino entre lo infantil y lo cómico, tal vez en un fallido intento de buscar originalidad. Del mismo modo que algunas páginas de Caos resultaban inverosímiles por la baja calidad del dibujo, Alchemy se convierte en una obra singular marcada de forma determinante por las ilustraciones de Corben.
Pero quiero ser realista: tampoco es que el guión de Arcudi sea precisamente una obra maestra. De hecho, si en Sacrificio lamentaba que una trama tan interesante se viera perjudicada por unas ilustraciones deficientes, no creo que Alchemy pasara del aprobado raspado aunque hubiera sido dibujado por los mejores nombres del mundillo. La realidad es que la historia va desgranándose muy poco a poco, resultando bastante confusa en el inicio, con personajes planos y situaciones no demasiado elaboradas, pero mejora con el paso de las páginas y algún medio-giro argumental que va haciendo encajar las piezas -al tiempo que deja muchos interrogantes sin resolver-, para concluir con un final abierto y decepcionante.
Si algo merece ser destacado de Alchemy tengo claro que es su ambientación. Un mundo decadente, oscuro, gris, casi lovecraftiano; en ese apartado la comunión entre historia e ilustraciones es muy buena. Las viñetas de Corben ganan en los fondos y planos lejanos, con figuras voluntariamente esquematizadas que pueden resultar inquietantes, pero fallan con estrépito al dibujar personas desproporcionadas y poco serias. Es una pena porque algunas ideas de lo que se muestra y lo que no son muy buenas. Es una cuestión de estilo, y tengo claro que es algo muy subjetivo, así que habrá quien piense todo lo contrario. Así son estas cosas.
En conclusión, un cómic singular, con una historia extraña, original en su planteamiento -no así en su desarrollo- pero que no manifiesta intención de llegar a ninguna parte, marcado por unas ilustraciones personalísimas que, al menos en mi opinión, resultan insufribles, pero que en todo caso son solo la puntilla a un guión sin rumbo alguno.
Sí, toda la larga introducción para reconocer que soy incapaz de lanzar una mirada amable a un cómic completamente lastrado por unas ilustraciones inadecuadas, a medio camino entre lo infantil y lo cómico, tal vez en un fallido intento de buscar originalidad. Del mismo modo que algunas páginas de Caos resultaban inverosímiles por la baja calidad del dibujo, Alchemy se convierte en una obra singular marcada de forma determinante por las ilustraciones de Corben.
Pero quiero ser realista: tampoco es que el guión de Arcudi sea precisamente una obra maestra. De hecho, si en Sacrificio lamentaba que una trama tan interesante se viera perjudicada por unas ilustraciones deficientes, no creo que Alchemy pasara del aprobado raspado aunque hubiera sido dibujado por los mejores nombres del mundillo. La realidad es que la historia va desgranándose muy poco a poco, resultando bastante confusa en el inicio, con personajes planos y situaciones no demasiado elaboradas, pero mejora con el paso de las páginas y algún medio-giro argumental que va haciendo encajar las piezas -al tiempo que deja muchos interrogantes sin resolver-, para concluir con un final abierto y decepcionante.
Si algo merece ser destacado de Alchemy tengo claro que es su ambientación. Un mundo decadente, oscuro, gris, casi lovecraftiano; en ese apartado la comunión entre historia e ilustraciones es muy buena. Las viñetas de Corben ganan en los fondos y planos lejanos, con figuras voluntariamente esquematizadas que pueden resultar inquietantes, pero fallan con estrépito al dibujar personas desproporcionadas y poco serias. Es una pena porque algunas ideas de lo que se muestra y lo que no son muy buenas. Es una cuestión de estilo, y tengo claro que es algo muy subjetivo, así que habrá quien piense todo lo contrario. Así son estas cosas.
En conclusión, un cómic singular, con una historia extraña, original en su planteamiento -no así en su desarrollo- pero que no manifiesta intención de llegar a ninguna parte, marcado por unas ilustraciones personalísimas que, al menos en mi opinión, resultan insufribles, pero que en todo caso son solo la puntilla a un guión sin rumbo alguno.
Puntuación: 4.
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