Predator: Arenas sangrientas

Título original: Predator: The Bloody Sands of Time.
Guión: Dan Barry y Mike Richardson.
Dibujo: Dan Barry.
Entintado: Chris Warner.
Color: Gail Beckett.
Fecha de publicación: Marzo - Abril 1993 (Original: Febrero - Marzo 1992).
Número de páginas: 2 grapas de 24-25 páginas.
Cronología: 1992.

Sinopsis: Un abogado de la CIA que representa a uno de sus hombres acusado de crímenes brutales recibe un diario de un soldado francés de la Primera Guerra Mundial.

Comentario personal: Arenas sangrientas es una historia breve (solo dos números) que trata de hacer hincapié en el comportamiento de los predators, si bien de un modo muy superficial. La idea es buena, presenta a los yautja no solo como cazadores sino como adoradores de la violencia, una especie que se regocija allá donde hay conflicto (Primera Guerra Mundial, Vietnam, guerrilla nicaragüense) y gusta de participar aunque la fiesta no vaya con ellos. El problema es que, una vez más, el foco de la historia está demasiado centrado en los seres humanos y muy poco en estos cazadores.

La forma en que está narrado me parece acertada, con la acción inicial teniendo lugar en la actualidad pero siendo una mera excusa para presentar un gran flashback de principios de siglo. Las interrupciones de vuelta a la realidad, elaborando la relación entre el abogado y su amante (que hace las veces de traductora), aunque habrá quien las juzgue innecesarias, permiten al lector descansar de tanta trinchera y desconectar por unas viñetas, en mi opinión todo un acierto el meter esas dosis de amabilidad entre un conflicto bélico.

No obstante, como decía más arriba, de nuevo demasiado protagonismo recae en distintos personajes humanos, en este caso el soldado francés como casi-protagonista pero no solamente él sino el hecho de que en muchos momentos la acción se detiene en conversaciones entre secundarios que no aportan gran cosa. Si bien es entendible el querer romper un poco con lo tradicional para lograr una aproximación bélica, quizá se da demasiado protagonismo al conflicto en sí, quedando los predators en un segundo plano. Dicho esto, considerando que se trata de la lectura de un diario, tiene sentido que los yautjas salgan poco, pero de nuevo me parece una oportunidad desperdiciada de darles más espacio, demasiado a la sombra de una historia principal en donde solo son el elemento extra.

Las ilustraciones de Dan Barry están bastante bien, quizá Gail Beckett se excede con el color en algunas páginas (o es tema de imprenta) pero en general se disfrutan, con algunas viñetas (principalmente de predators) muy conseguidas.

En conclusión, un cómic corto que presenta un punto de vista interesante pero que da la impresión de que podría haber sido perfectamente una historia corta de ocho o dieciséis páginas, al menos para contar lo que se quería contar, si bien nos habríamos perdido otras cosas como el contexto actual o la relación entre el abogado y su amante, que dotan de mayor empaque a la historia y le da un puntito más que se agradece.

Puntuación: 5.

No hay comentarios:

Publicar un comentario